Wednesday, August 7, 2013

Sintonía con la Iglesia «Redescubrir la Fe»

«Caminar, edificar, confesar». Tres palabras con un hondo significado para este año de la fe. Se las dirigió el Papa Francisco al Colegio de Cardenales en la misa «Pro Ecclesia», la primera que como Sumo Pontífice pronunciaba ante los electores.

Caminar, que indica el proceso que la Iglesia ha de mantener para afianzar la fe de los creyentes. La Iglesia no es un ente estático, sino dinámico. Ha de permanecer en acción constante, puesto que desde la perspectiva de la evangelización y el anuncio de la buena noticia, es mucho el camino que queda todavía por recorrer hasta que la verdad llegue a todos los rincones de la tierra.

Se anuncia la buena noticia para edificar el reino de Dios. Reino que aunque no es de este mundo, ha de realizarse «en medio de las persecuciones del mundo y de los consuelos de Dios», para que estos se conviertan en edificios fundamentados sobre la roca de la verdad, que es Cristo.

Y éste, Cristo, es el que hay que confesar. Un Cristo vivo que no se puede separar de la cruz. Quien busca a Cristo fuera de la cruz no lo encontrará.

Para este caminar, edificar y confesar es imprescindible la fe. Una fe que sin ser nueva hay que despertarla, avivarla en la práctica.

Nos dice la Carta apostólica Porta Fidei a este respecto: «Desde el comienzo de mi ministerio como Sucesor de Pedro, dice el Papa Benedicto XVI, he recordado la exigencia de redescubrir el camino de la fe para iluminar cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo» (PF 2).

Hay que redescubrir la fe «a causa de una profunda crisis de fe que afecta a muchas personas». Recordemos que esta «crisis de fe» ha sido uno de los motivos causantes del año de la fe.

No se puede «presuponer» la fe. Existe ciertamente, pero en la vida común de cada día no tiene una presencia viva y convincente para los demás.

Si queremos buscar una causa de esta apatía frecuente en el mundo de hoy, tendríamos que afirmar el error de dar como un hecho el presuponer el acto de fe, por el hecho de haber nacido en un territorio católico. Se practica la fe, pero sin un sólido fundamento; más bien se vive como herencia recibida sin ahondar en el compromiso que lleva consigo el ser creyentes convencidos.

Tenemos que reconocer que la mayoría de las veces expresamos signos que son realizados en nombre de la fe, pero que no convencen a los que nos rodean. Esta es la razón urgente de redescubrir la fe que supone saber por qué creo, y actuar en consecuencia con los principios fundamentales que dan sentido a la vida de verdaderos discípulos de Cristo.

«No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta» (PF 3).

Redescubrir, por tanto la fe, supondrá dar sabor de Dios a este mundo insípido, que en el fondo busca a Dios, tiene sed de Dios y sólo faltaría para encontrarse con Dios mismo, que cada uno de nosotros seamos luz, que refleje el rostro de Dios, iluminados por la fe. La tarea no es fácil, pero es posible. 

Mons. Amancio Escapa OCD


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